24 de abril de 2008

Primero alcaro bien que no siempre voy a tener un título para las cosas que escribo. Me cuesta ordenar mis pensamientos y encima quieren que les ponga un título? No señor.
En realidad no tengo por que quejarme, me estoy exagerando. No tengo un problema específico, solo un par de cicatíces y cosas del pasado (ya parezco una vieja...), que creo haberlas olvidado (solo creo...) pero llegué a la conclusión de que nada es casual y de que cada cosa que nos pasa nos define como persona. Es por eso que no pienso dejar pasar hasta las cosas malas que me pasaron y me siguen pasando, pienso escribirlas, porque si hay algo mas fuerte que hechos y acciones son las palabras (al menos eso creo), y si hay algo mas fuerte que palabras son palabras escritas, porque las letras son imborrables.
Asi que escribo para seguir recordando (mentira, escribo porque no puedo olvidar) y advierto que voy a escribir las mismas cosas y voy a hablar de las mismas cosas. Escribo en el idioma que a mi me gusta, con muchos paréntesis, me expreso como quiero y se que nadie llegará a entender lo que escribo. Asi que si a alguien no le interesa seguir visitando esta página - no me puede importar menos. Escribo como método terapéutico.
Tampoco pienso dar la opción de dejar comentarios. No son bienvenidos. (Tipo te critico pero no me critiques). Prefiero imaginar que soy la unica que lee esto, aunque supongo que compartirlo no viene mal (¿O si?).
Termino este ridículo prólogo, a ver que sale de esto...